5 razones de peso para tomar vuelos a Belice para sus vacaciones.

20 abr 2017

Si está pensando en el destino de sus próximas vacaciones en el mar Caribe, puede que éstas 5 razones terminen de convencerlo, o al menos motivarlo a soñar con éste país. 

 

Belice todavía es un destino algo rústico, pero genial para los viajeros que quieran sentir que aún quedan rincones en el mundo por descubrir. Su barrera de coral es la segunda más grande del mundo, por detrás de la australiana, un auténtico paraíso submarino.

Su jungla reúne una enorme red de parques nacionales y reservas naturales, sus yacimientos mayas no tiene nada que envidiar Mexico, Tikal o Copán, y la creciente industria turística ha desarrollado toda clase de propuestas de aventura en la naturaleza, que van desde lanzarse en tirolina a descubrir cuevas kilométricas algo que ha echo los viajes a Belice bastante famosos.  

 

1. Kayak en el atolón de Glover

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Como un collar de perlas de arena blanca, el atolón de Glover está formado por media docena de islotes rodeados de un mar azul infinito. Es uno de los tres grandes atolones de Belice, pero es el que ve menos visitas recibe y se mantiene más virgen.

Debe su nombre al pirata John Glover, que en el siglo XVII usaba estos islotes como base para abordar a los galeones españoles que iban y venían desde las islas de la bahía de Honduras.

Su ubicación única, en lo alto de una cadena montañosa sumergida al borde de la plataforma continental, lo convierte en un lugar ideal para practicar remar entre islas o por la laguna central, de poca profundidad.

Con un kayak de fondo transparente se pueden ver rayas jaspeadas y de espina, tortugas e innumerables peces tropicales nadando bajo el casco. Hay varios centros vacacionales rústicos de filosofía ecológica para submarinistas y pescadores, cada uno en una isla.

 

2. Cuevas de Nohoch Che’en

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Otro atractivo de los vuelos a Belice es aventurarse hacia el interior de la tierra –acompañados de un guía– para descubrir sistemas de cuevas fascinantes es posible en Nohoch Che’en, una extensa red de cavernas calizas en las que se flota por una red de ríos subterráneos y se descubren maravillas nunca vistas en el exterior.

El río Caves Branch fluye por nueve grandes cavidades que pueden ser exploradas flotando en un tubo de goma (tubing) o recorriendo pasadizos laterales que dan a otras cuevas, como la espectacular Crystal.

 

 

3. Pescar en el mar

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La pesca deportiva ha convertido al atolón Turneffe, el más grande y de mayor diversidad biológica de América, en un lugar de interés. Convertido en reserva marina, es un destino estupendo además para el buceo y submarinismo.

Está en los lejanos cayos del norte, que sirven de base para los pescadores que quieren salir a los bajos, un lugar en el que se puede pescar el Grand Slam (palometas, sábalos y macabijos) en una solo salida. Este lejano atolón dispone de centros vacacionales con todo incluido.

4. Bucear por Shark Ray Alley

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En este popular destino solo se puede bucear con tubo. Hasta hace poco, solo los pescadores locales iban a Shark Ray Alley a limpiar la pesca del día y los desechos atraían a hambrientos tiburones nodriza y rayas de espina.

Estos depredadores se acostumbraron a los barcos –acuden directos a ellos cuando aparecen–, que hoy llevan buceadores a bordo en lugar de pescadores. Se trata del principal destino de buceo con tubo de la reserva marina Hol Chan, una zona protegida de la barrera de coral de Belice que alberga una asombrosa diversidad de corales y otras criaturas marinas.

 

5. Submarinismo en el Gran Agujero Azul

 

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El Gran Agujero Azul es una de las grandes maravillas naturales del mundo, el reclamo turístico más conocido de Belice y una experiencia de buceo única. Tal vez no sea la mejor inmersión del país, pero si una de las más populares.

Con el centro de color azul oscuro, sus paredes descienden más de 120 metros hacia el interior del océano y aunque acumula gran cantidad de sedimentos y desechos naturales, su profundidad sigue generando ese círculo de color azul que puede verse desde el cielo.

Y abundan las estalactitas y estalagmitas. Un banco de tiburones de arrecife (además de innumerables invertebrados y esponjas) acompaña a los submarinistas en su descenso a las misteriosas profundidades del mar. Aunque el agua es transparente hay muy poca luz.

Reserve su vuelo y prepárese para enamorarse de un lugar increíble, al que seguramente regresará en más de una oportunidad para tratar de terminar de conocerlo.

 



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